viernes, 24 de noviembre de 2017

Mano de Piedra vs Barkley

El nuevo sostenedor mediano del mundo versión Consejo Mundial de Boxeo (CMB), Iran Barkley, venía de imponerse en sus tres últimas presentaciones a: Sanderline Williams, Michael Olojaide y el muy comentado Thomas Hearns, que tiene victoria por la vía del nocáut sobre el panameño Roberto Durán. 

Por su parte Roberto «Mano de Piedra» Durán, venía de período de pesadumbre profesional y exuberante económicamente. Después de batirse contra Marvin Hagler y Thomas Hearns en período de tiempo de siete meses de combate a otro, donde obtuvo aproximadamente $8 millones de dólares, pero también dos sentidos fracasos. Después de caer vencido por la vía del nocáut contra Hearns el 15 de junio de 1984 no regresó a los tinglados hasta 31 de enero de 1986 (19 meses) a rehacer carrera, cuando su caja de caudales precisaba robustecerse. Se midió contra ocho boxeadores convencionales, perdiendo la tercera contra Robbie Sims.

En 1988 combatió contra: Ricky Stackhouse, Paul Thorne y Jeff Lanas, tres nombres que más bien empañan su rico trayecto profesional. Pero, bien se ha dicho, cuando Durán veía su caja fuerte desolada, se entregaba con alma y cuerpo a los gimnasios, para reponer sus arcas. El anunciador oficial fue Michael Buffer, quien introdujo a los protagonistas con sus respectivos registros. El retador Roberto Durán, con foja de 85 triunfos, 6 reveses con 60 nocáut, lucía pantaloncillo azul, con ribetes y bandas blancas, con botas azul con blanco y 37 años de edad. El campeón del mundo de los pesos medianos versión CMB, Iran Barkley se presentó con calzón negro, botas blancas con franjas rojas y registro de 25 victorias con 4 derrotas y 28 años de edad. Para tercer hombre del ring, se seleccionó al árbitro puertorriqueño Joe Cortez, que en breves palabras, les pidió combate limpio, sin golpes bajos, que se protegieran todo el tiempo y siguieran estrictamente sus mandatos.

Roberto Durán, después de pasearse por década de primerísimo estelar boxeador por el mundo del boxeo, pasó por precarios momentos profesionales como le suele suceder a la gran mayoría de los atletas. En los años comprendidos de 1984 hasta 1989 sus dos principales combates los perdió contra Thomas Hearns y Robbie Sims, los otros siete los celebró con púgiles habituales, hasta llegar una vez más, con oportunidad campeonil en la división de los pesos medianos en pendencia contra Iran Barkley 

El inolvidable púgil panameño Roberto Durán, lloró por primera vez, el 16 de junio de 1951 en la barriada «El Chorrillo», de la ciudad de Panamá. De aficionado fue concursante del montón y con muy corta trayectoria, como la gran mayoría de los boxeadores panameños, que estriba más que cualquiera otra causa a la escasa población de Panamá, que no llega a tres millones de habitantes. De profesional se inició el 8 de marzo de 1967 superando en 4 asaltos a Carlos Mendoza, en la provincia de Colón, República de Panamá. En los tres primeros años todos sus combates se celebraron en Panamá. El 5 de abril de 1970 hace su primera presentación internacional contra Felipe Torres en ciudad de México y se impuso en diez asaltos. 

El 16 de mayo del mismo año, noqueó técnicamente a su compatriota Ernesto Marcel, uno de los mejores exponentes de aquellos tiempos en Panamá, para cotizarse de promesa firme del boxeo panameño. El 5 de enero de 1971 volvió a México, para noquear técnicamente a José Herrera y el 15 de julio del mismo año a Fermín Soto. El 13 de septiembre de 1971 hace su primera presentación en el Madison Square Garden, catedral del pugilismo, contra el puertorriqueño Benny Huertas, a quien despachó en el primer capítulo. El 26 de junio de 1972 noquea controversialmente a Ken Buchanan en el decimotercero episodio, para capturar la corona mundial de los pesos ligeros de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB) . 

Antes de iniciar el ciclo de exposiciones del monarcado de los pesos ligeros, celebró tres contiendas de adiestramiento pactada a diez asaltos contra: Greg Potter, Lupe Ramírez y Esteban De Jesús, este último lo sorprendió y lo incomodó en diez episodios con poderoso gancho de izquierda, que derrumbó y venció a Roberto Durán por primera vez, en su desempeño de boxeador el 17 de noviembre de 1972. Durán perdió su invicto en la pelea profesional número 33. El panameño disputó el cetro mundial de los pesos ligeros en tres oportunidades contra: Jimmy Roberson, Hector Thompson e Ishimatsu Suzuki, antes de exponerse contra su primer vencedor y primer retador Esteban De Jesús a quien se impuso por nocáut en dos de tres combates, siendo el último de unificación de los pesos ligeros. 

Hizo doce defensas del monarcado de los pesos ligeros y lo renunció, para retar al campeón welter «Sugar» Ray Leonard, y sorprendió adueñándose dos años después, de la corona de las 147 libras, imponiéndose a Ray Leonard el 20 de junio de 1980 en Montreal, Canadá, para perderla con el mismo rival, cinco meses después, por nocáut técnico en el octavo asalto, conocido en el mundo por el famoso «No Más». El 30 de enero de 1982 aspiró ganar el campeonato de los pesos superwelter contra Wilfredo Benítez y perdió por decisión. El 16 de junio de 1983 noqueó en 8 episodios en Nueva York, a Davey Moore, para coronarse campeón mundial mediano júnior y adjudicarse su tercera coronación en diferentes categorías. 

Enseguida abandonó el título, para discutir la corona de los pesos medianos contra Marvin Hagler el 10 de noviembre de 1983 para perder por decisión en exigente combate donde puso a prueba su estirpe. El 15 de junio de 1984 aspiró al monarcado de las 154 libras, versión CMB, de Thomas Hearns, y fue fulminado en dos capítulos por la vía del nocáut. Después combatió tres años con boxeadores habituales, hasta obtener otra oportunidad campionil, contra Iran Barkley. Iran Barkley nació el 9 de mayo de 1960 en el Bronx, Nueva York. De aficionado ganó 30 combates y perdió 4, siendo su logro más notable, quedar en el tercer lugar de los pesos medianos en el campeonato mundial aficionado, celebrado en Munich, Alemania en 1982. Invadió el boxeo pagado el 9 de diciembre de 1982 en Atlantic City, despachando a Larry Jordan en dos asaltos.

Durante cuatro años celebró el 98% de sus contiendas profesionales en Atlantic City y Nueva York. El 23 de octubre de 1987 obtuvo la primera oportunidad por la corona de los pesos medianos, contra Sumbu Kalambay, discutiendo la corona vacante de las 160 libras de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB) , perdió por decisión en quince episodios en Livorno, Italia. El 6 de junio de 1988 logró la segunda oportunidad por la corona de los pesos medianos, contra Thomas Hearns, para alzarse con ruidoso triunfo por nocáut técnico en tres episodios y adueñarse de la corona mundial de las 160 libras, versión Consejo Mundial de Boxeo (CMB) . Fue entonces que se dieron los primeros pasos, para exponer el monarcado contra el panameño Roberto Durán. 

La empresa promotora Top Rank, Inc., estipuló presentar el combate campeonil el 24 de febrero de 1989 en el Centro de Convenciones de Atlantic City, Nueva Jersey duranb8_1.jpg El nuevo sostenedor mediano del mundo versión Consejo Mundial de Boxeo (CMB), Iran Barkley, venía de imponerse en sus tres últimas presentaciones a: Sanderline Williams, Michael Olojaide y el muy comentado Thomas Hearns, que tiene victoria por la vía del nocáut sobre el panameño Roberto Durán. Por su parte Roberto «Mano de Piedra» Durán, venía de período de pesadumbre profesional y exuberante económicamente. Después de batirse contra Marvin Hagler y Thomas Hearns en período de tiempo de siete meses de combate a otro, donde obtuvo aproximadamente $8 millones de dólares, pero también dos sentidos fracasos. 

Después de caer vencido por la vía del nocáut contra Hearns el 15 de junio de 1984 no regresó a los tinglados hasta 31 de enero de 1986 (19 meses) a rehacer carrera, cuando su caja de caudales precisaba robustecerse. Se midió contra ocho boxeadores convencionales, perdiendo la tercera contra Robbie Sims. En 1988 combatió contra: Ricky Stackhouse, Paul Thorne y Jeff Lanas, tres nombres que más bien empañan su rico trayecto profesional. Pero, bien se ha dicho, cuando Durán veía su caja fuerte desolada, se entregaba con alma y cuerpo a los gimnasios, para reponer sus arcas. El anunciador oficial fue Michael Buffer, quien introdujo a los protagonistas con sus respectivos registros. El retador Roberto Durán, con foja de 85 triunfos, 6 reveses con 60 nocáut, lucía pantaloncillo azul, con ribetes y bandas blancas, con botas azul con blanco y 37 años de edad. El campeón del mundo de los pesos medianos versión CMB, Iran Barkley se presentó con calzón negro, botas blancas con franjas rojas y registro de 25 victorias con 4 derrotas y 28 años de edad. Para tercer hombre del ring, se seleccionó al árbitro puertorriqueño Joe Cortez, que en breves palabras, les pidió combate limpio, sin golpes bajos, que se protegieran todo el tiempo y siguieran estrictamente sus mandatos. El centro de Convenciones de Atlantic City, estaba que no cabía un alfiler, la colonia panameña residente en Nueva York, Connecticut, Pensylvania y New Jersey, se volcó a presenciar al ídolo boxístico más famoso, después de Muhammad Ali, y además a presenciar lo que quedaba boxísticamente hablando de «Mano de Piedra». 

El primer llamado al centro del cuadrilátero, significó ola de algarabía, los vaticinios eran a plazo corto a favor de Durán, porque el noventa por ciento de los asistentes coreaban al panameño, que recibió de bienvenida al combate, largo jab del campeón Iran Barkley, que de inmediato quiso implantar distancia cómoda por las ventajas naturales de estatura y extensión de brazos. Barkley mide 6' 1", seis pie una pulgada de estatura, con 74" pulgadas de alcance. Mientras Durán sólo mide 5' 8 ½ " cinco pie ocho pulgadas y media de estatura y 70" pulgadas de alcance. duranb4_1.jpg El panameño ducho en estos menesteres, también comprendió las intenciones de su oponente y presionó para penetrar a media distancia para trabajarlo a quemarropa. Barkley, continuó boxeando y efectivo con el jab. Roberto Durán, impactó sólida izquierda a las zonas hepáticas, para desatarse intercambio de golpe durísimo y parejo que disfrutaron muchos con las manos en los bolsillos evitando que se le escapara un golpe e impactara a alguien a su alrededor. 

Iran Barkley, siguió trabajando con el jab y sorpresivamente recibió derechazo fugaz y volado del panameño, que lo tambaleó y en la insistencia de Durán, lo sorprendió la campana. Capítulo que califique parejo. La esquina del retador Roberto Durán, estaba integrada por: Néstor «Plomo» Quiñónez, entrenador, Esteban Quintana, cortaduras, Luis Walter, asistente y Carlos Hibard, manager. El cantón del campeón Iran Barkley lo asistían: Al Boulden, entrenador, Eddie Aliano, especialista en heridas, Víctor Machado, asistente y John Reetz, manager. El segundo episodio se inició bajo los gritos unísonos de Durán, Durán y Barkley insistía con el jab, estaba basado él y sus asesores que sería la llave del triunfo y por momento el panameño eludió la efectividad del jab, para acomodarse a corta distancia y soltarse cómodamente a ritmo del canto : "Panameño, panameño yo quiero que tu me lleves al tambor de la alegría" y con esa musa y teniendo presente "El cholo", la importancia del triunfo, se entregó a la faena, lanzando nítidas combinaciones, obligando a sus seguidores alzar las voces y enardecidos y pletóricos de emociones vivían carnaval boxístico coreando los lances de "Mano de Piedra". 

A distancia, con toda y su desventaja de alcance, Durán aplicó boxeo y llegaba bien y efectivo al rostro de su oponente y faltando segundos para terminar el asalto, clavó su temible derechazo sobre el brazo de su rival que se estrelló al costado del rostro del campeón Barkley. Episodio que califiqué a favor de Roberto Durán. Al terminar el segundo asalto, en el Centro de Convenciones de Atlantic City, sólo se escuchaba el nombre del panameño Roberto Durán, que animaba el público de favorito total. Obedeciendo el campanazo del tercer acto, el monarca mediano del Consejo Mundial de Boxeo (CMB), insistió con el jab, para recibir impactante derechazo de Roberto Durán, que volvió a estremecer la contextura de Iran Barkley. El campeón basaba su jab, como arma letal para su oponente y el panameño aplicando inteligentemente su experiencia. Barkley impuso recio castigo a las zonas medias y Roberto con largas izquierdas al terminar el asalto. Capítulo que califiqué a favor de Barkley, aunque fue bastante parejo.

En la esquina del panameño su entrenador Quiñónez le advirtió: «Sigue boxeando y aprovechando sus errores, que comete más en la pelea a distancia y en la corta dominas Tú». En el quinto episodio Roberto salió con dupla de derechazos, para recibir pesada derecha del campeón. Barkley, continuaba impetuoso y Durán muy defensivo y asimilando descargas preocupantes de Barkley, para encontrarse en otro intenso contragolpe franco de Tú a Tú, ambos lanzando bombazos a la caja de las lombrices, para salirse el campeón con descargas de largas izquierdas y jab efectivos, cuando intervino el árbitro por el sonido de la campana, que daba por finalizado el episodio.

Capítulo a favor de Barkley. Al responder el sexto episodio, el monarca continuó lanzando incesantes jab y muy belicoso en las zonas media del cuerpo de su adversario, para recibir combinación radiante del retador Roberto Durán, en el rostro. Barkley, continuaba muy efectivo con el jab, aprovechando al máximo su más extensión, para aplicar claras combinaciones terminando los tres minutos de acción. Episodio que mereció Iran Barkley. Las esquinas volvieron a reaccionar y a Roberto Durán, se le aconsejó: «No te desesperes, lo estas haciendo bien, contéstale el jab y continua trabajando al cuerpo». 

El séptimo episodio, Roberto quería cobrar vindicta de las furias fugaces del monarca de los pesos mediano, o poner las acciones en orden, saliendo de su cantón estrellando duras e ineludibles combinaciones, para contestarle Barkley con respuestas durísimas, en combate de frente, franco y de igual a igual. Durán, con sólido izquierdazo a la barbilla del monarca, la que devolvió Barkley inmediatamente, para desatarse una vez más los gritos en acordes: "Durán, Durán, mucho hombre carajo". Coreaban los asistentes y fanáticos masivamente a toda garganta. Durán, emocionado ancló duras manos al cuerpo de Barkley, para responder este con vibrante latigazo de derecha, que trastabilló al panameño, quien respondió con su golpe favorito de derecha y recibir seguidos jab que impactaron en el blanco. Episodio que calificamos empate.

En verdad muchos capítulos resultaron bastante difíciles de anotar, porque las acciones tuvieron muy parejas, durante el combate, salvo algunos mínimos de dominio por partes. Para el inicio del octavo acto los que apoyaban a Roberto Durán, que era la gran mayoría, comenzaron a gritar en coro: «Tíralo, tíralo, tíralo». Para empezar Iran Barkley el asalto prendiendo a Roberto con certero golpe de izquierda que casi se va a la lona. Durán estrelló golpes al cuerpo tratando de detener la furia del campeón que lucía incontenible y con dominio patético en este capítulo. Para el noveno acto del combate pactado a doce, la multitud estaba casi unánime con Roberto Durán, aún celebrando la gran mayoría de sus combates Iran Barkley en Atlantic City y además ciudadano estadounidense, comprobándose así el poder de la simpatía que inspira el panameño. Roberto Durán, abrió el asalto con doble golpes de izquierdas y Barkley insistía con el jab, que tenía el ojo izquierdo bastante inflamado y parecía que ambos habían tomado el asalto de descanso, debido a que las acciones mermaron. 

Durán sembró sólida derecha al rostro del campeón, que tenía problemas para quitarse la efectividad de ese lance del panameño, que aprovechó para estrellarlo seguidamente en este episodio, poniendo en juego su experiencia profesional. Este episodio se lo otorgué al panameño Roberto Durán. Iran Barkley, respondió la salida del décimo capítulo con largos jab, para percutir durísimo y el panameño se entregó a la dura empresa con entereza, boxeando magistralmente y aplicando el jab, que no dejaba de conectar su adversario. Durán, asestó recias combinaciones que volvió a erguir de sus butacas a los fanáticos, para responder Barkley con el jab tratando de alejarlo de ser certero cómodamente, pero el panameño quería definir, para asegurarse la conquista del título mundial de los pesos medianos, y terminar el capítulo estrellando Barkley pesado golpe derecho. Asalto que favorecí a Roberto Durán. El público coreaba la frase: «Tíralo, tíralo, tíralo….Durán, Durán, Durán, un solo hombre». 

En el capítulo decimoprimero, Iran Barkley no olvidó su golpe predilecto de la pelea e insistió con el jab, que respondía Durán con igual insistencia y efectivo y se produjo intenso intercambio de golpe sacando mejor provecho el panameño. Barkley, lucía atenuado y recibió impactantes combinaciones de parte de Roberto Durán, Barkley denotaba estar lastimado y el panameño se le fue encima con punición de solidez y seguro con punzante izquierdazo abrió espacio para estrellar su descomunal golpe derecho que como saeta lanzada por arco indígena sembró al estadounidense en la lona, para recibir la cuenta de ocho. La mayúscula congregación, estaba enardecida e henchida de emoción, disfrutando las destrezas del veterano y tres veces campeón del mundo Roberto Durán, para aquellos años y unísonos concordaban: «Tíralo, tíralo, tíralo…Durán, Durán, Durán el más macho». El llamado para el decimosegundo y último capítulo de la contienda camnpeonil del cetro de los pesos medianos, ambos se castigaron con jab y duros contragolpes, los dos sabían que el combate estaba muy reñido y la decisión al rojo vivo.

Durán más aplomado estrelló recias combinaciones, que respondió el campeón Barkley con la misma intensidad y arrogante buscaba al retador con seguidos golpes y daba señal de cansancio el panameño por el desgaste de energías del pasado capítulo. Iran Barkley, aprovechó para estrellar sus largo jab y tener pequeño margen de dominio en este asalto final, que celebró y aplaudió la concurrencia aceptando el exuberante y pavoroso espectáculo ofrecido por ambos pugilistas. Para terminar la brava contienda bajo estruendoso aplauso y gritos de aceptación y satisfacción de todos los asistentes. La decisión de los jueces no tardó y votaron con los siguientes puntajes: 116 a 113 a favor del campeón Iran Barkley. 

El segundo juez calificó el combate 118 a 112 a favor del retador Roberto Durán y el tercero 116 a 112, también para el panameño Roberto «Mano de Piedra» Durán, fue declarado ganador por decisión mayoritaria, para conquistar el título mediano del mundo avalado por CMB, y su cuarta coronación en diferentes categorías. La fiesta no se hizo esperar, la famosa expresión de los «carajos» panameños corrían por todas partes en Atlantic City, por los pasillos, calles, bares y planta baja del hotel Trump Plaza, mientras "El Bravo de Panamá" Roberto Durán, mostrando vestigios de la dura faena, vivía cada momento del carnaval que se desató en el Centro de Convenciones de Atlantic City, Nueva Jersey, celebrando y meditando en silencio y en su interior, el goce de su resurgir pugilístico que le confirió ser el primer boxeador latinoamericano en obtener cuatro cetros en diferentes peso en el boxeo organizado. 

Fue noche de satisfacción personal para «El Cholo», porque llegaba una vez más a la cúspide del pugilismo que fue su hogar deportivo a lo extenso de su campaña pugilística, que como todos, en el recorrido de la vida, tuvo momentos tenebrosos y precisó de dedicación y voluntad al máximo para la conquista de su último monarcado que significó su mejor desplazamiento de sus contiendas finales de su arduo recorrido profesional.

 

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